domingo, 18 de julio de 2010

Cambio de Epoca: desafios y luchas.


Somos testigos y protagonistas de un inexorable cambio de época.

La sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario, puso al descubierto, las oscuras fuerzas que tiran de la historia para atrás sin comprender que ésta no es otra cosa que la marcha de los pueblos en la búsqueda de su destino.

El desconcierto de Carrio es un buen marcador para comprender el proceso. Opositora acérrima al gobierno, no podía quedar anclada a sectores (que hasta ahora la bancaban) que proponían un claro retroceso a la era de las tinieblas medievales, donde la dialéctica política de mano de la iglesia, la marcaban la eterna lucha entre dios y demonio. Con su abstención, fagocitó buena parte de la credibilidad de los sectores que la acompañaban.

Y es que no hay líder, persona o gobierno que determine un cambio de época, sino el impulso del propio pueblo. Ese es y ha sido el error fundamental de los llamados opositores. Se opusieron y se oponen al gobierno de los K, sin comprender que este gobierno ha tomado las demandas y necesidades sociales y las ha colocado en el centro de la agenda de gestión. La ley de Medios Audiovisuales surgió bajo el impulso de la Coalición por una Radiodifusión Democrática junto a organizaciones sociales que venían trabajando desde mediados los ’90. La Asignación Universal a la Niñez, era una demanda de la CTA y el Frenapo (Frente Nacional contra la Pobreza) constituido en este caso sobre finales de los ’90. La doble indemnización por despido que funcionó como un importante dique de contención en su momento ante la voracidad de ganancias de los sectores concentrados, la movilidad salarial ascendente fueron reclamos de los trabajadores junto a la CGT y CTA lo mismo que la recuperación de la caja previsional en manos del Estado y la liquidación del sistema de AFJP. La integración latinoamericana, la recuperación de conquistas sociales y empresas privatizadas o la política que pone en el centro de la escena los DD.HH, han sido y son demandas que integran la agenda de la sociedad civil y que este gobierno ha sabido interpretar y gestionar.

Claro, que no es que la oposición no tenga una agenda, tiene varias, pero más bien ellos, en conjunto, están en la agenda de los sectores concentrados del poder, en especial en la del monopolio Clarín.

Basta solo mencionar el proyecto opositor de llevar la jubilación al 82% móvil. Seguramente una demanda social importante. Solo que en este caso la propuesta parte de reorientar el gasto público, es decir recortar áreas del presupuesto nacional.

Para decirlo de una manera más clara, ajustar sobre la inversión pública, o sobre los salarios de los trabajadores activos, o sobre la Asignación Universal a la Niñez, o ajustar en ciencia y la tecnología y educación.

O sea que la oposición, en un claro retroceso neoliberal, solo propone ajustar sobre la sociedad civil y sobre los sectores más vulnerables sin avanzar como lo ha expresado claramente Hugo Yaski, Secretario General de la CTA, que el 82% móvil debe salir de recuperar los aportes patronales a las grandes empresas, dejando a las pyme de lado, a los niveles de 1993 y gravando la renta financiera. Nadie muerde la mano de quien le da de comer.

Como en la ley recientemente sancionada de Matrimonio Igualitario, queda demostrado que la oposición no tiene un proyecto en común, salvo destruir al gobierno. Junto a “Torquemada” Bergoglio y su cruzada al demonio, (ya instaló la bendición moral a la “guerra”), marchan el gaucho De’Angelis, Carrió, Clarin, Duahalde, la Sociedad Rural, etc. Hoy como ayer, bajo la bendición de la curia y “el cristo vence” en el fuselaje de los aviones, se bombardea la dignidad y las conquistas del pueblo, sin olvidar que en aquella plaza del ’55 terminaron con la vida de centenares de compatriotas y sin descuidar que hay sectores hoy, que no cejarán en defender sus privilegios de clase a cualquier precio.

La oposición se encuentra en un callejón sin salida y quieren meternos al país todo por ahí. Salvo destruir al gobierno de los Kirchner, la oposición no comparte otro proyecto de cara al 2011 y esa es la fortaleza con la que contamos como Pueblo.

Si sabemos dar contenido programático al liderazgo de Nestor Kirchner, si sabemos organizarnos pero sobre todo si estamos convencidos de profundizar el modelo, la marcha de la historia junto al Pueblo, será un camino sin retorno a la modernidad, la igualdad, la fraternidad Latinoamericana y la Liberación Nacional.