domingo, 23 de enero de 2011

En Rio Negro: Soria es Duhalde.


“Diciembre es un mes difícil”. “Todos saben que diciembre es un mes difícil”, declaró Duhalde.

Desde 2003, varios diciembres han pasado y todos fueron superándose uno al otro en la estabilidad económica, el constante incremento del nivel de compras y consumo, de balances favorables en lo social, solo éste, el de 2010, tal vez por ser el anticipo de un año electoral, según Duhalde, es un mes difícil.

Y para reafirmar su premisa de que diciembre es un mes difícil, declaró: “yo sé como pacificar y ordenar el país”.
Toda esta andanada de declaraciones, en el país y en el exterior, tenían lugar luego de los sucesos de ocupación del parque Indoamericano, donde los factores políticos de la derecha destituyente contribuía con la mano de obra siempre dispuesta de los barras bravas y se exacerbaba a los vecinos a reprimir violentamente a los ocupantes.

El andamiaje destituyente que ha venido operando desde la 125 para acá y cuyo generalato ejerce Héctor Magnetto , y que meses atrás disparó contra Mariano Ferreyra, en diciembre incrementó su accionar en el momento preciso en que el alfil Duhalde se ponía al frente del conglomerado opositor. Su consigna de campaña “orden y progreso”.

Pero aquí en Rio Negro, nadie puede decir que hay buenas nuevas respecto la situación Nacional.

El 19 de diciembre en General Roca en el Congreso del PJ, celebrado a puertas cerradas y donde con un vallado perimetral de varias cuadras a la redonda se le impedía, con la fuerza más que con razón a la militancia participar, se consagraba la fórmula para gobernar la provincia: Carlos Soria-Alberto Wereltineck.

Todo un gesto político para este puntapié inicial de la fórmula, que lejos de construir en una dialéctica de movilización y participación militante y ciudadana, elegía el claustrofóbico encierro de los acuerdos de cúpulas, que nada tienen que ver con las dinámicas que a nivel país encarna este Proyecto Nacional.

Pero tal vez esta nota no tendría mayor importancia si esto fuera solo un gesto de quien prefiere resolver sus aspiraciones políticas por el viejo camino de la componenda antes que por la construcción de proyectos participativos, democráticos e inclusivos en lo político.

El 24 de Abril de 2010, Carlos Soria declaraba públicamente, “no necesito del gobierno de Cristina para ganar en Rio Negro” ( FM Emociones 102.5 y ADN); y el 3 de mayo declaraba ante la consulta periodística acerca de la interna Kirchner-Duhalde: “Me puede gustar (el gobierno nacional) un poco más o un poco menos. Si vos me decís por quién siento más afecto, si por Kirchner o por Duhalde, lejos, lejos por Duhalde siento mucho más afecto. Me hizo dos veces ministro, mirá la confianza que me tendrá. Me llevó de Diputado por la provincia de Buenos Aires, mirá si me quiere. Pero yo no tengo confusión: hoy el poder se llama Cristina Kirchner, tiene que terminar su mandato, y tiene que ponerle la banda a otro peronista. Cuando llegue ese momento, discutiremos quién es el mejor, porque vamos a hacer internas.” (FM 95.5 3/5/2010. http://www.politica24.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=915:soria-siento-mas-afecto-por-duhalde-pero-hoy-el-poder-se-llama-cristina-kirchner&catid=1:generales&Itemid=&layout=default&change_css=green ).

Esto resume una forma y un estilo de la política de Carlos Soria, pero también de alineamientos políticos que el pragmatismo de ocasión que exhibe hoy frente al gobierno nacional no puede disimular.

El diario Rio Negro, nuestro monopolio de la información regional, ha sido un censor implacable del gobierno de Néstor y Cristina, sin embargo poco se ha ocupado de las contradicciones históricas del candidato del PJ. No se trata de entonces de construir tablas de sangre sobre la pertenencia K, sino de los que rionegrinos no quedemos atrapados en la alternativa política que construye el diario Rio Negro junto a los sectores concentrados, es decir las empresas agro exportadoras. Este falso dilema nos plantea que los rionegrinos estamos condicionados a elegir entre una administración radical decadente y moralmente limitadas en sus energías luego de 30 años de poder para proponer un cambio transformador en la provincia y un pretendido eficientismo gerencial de la política en manos de Soria, y cuyo signo más visible es una alianza con los sectores concentrados de la agro exportación y el negocio inmobiliario y entre ellos el propio diario Rio Negro.

Sobran los gestos de parte de Soria para encontrarlo lejos del Proyecto Nacional, nunca apoyó al Gobierno Nacional en su enfrentamiento con el sector del campo frente a la Resolución 125, no se manifestó por la Ley de Medios Audiovisuales, no hizo público ningún posicionamiento frente a la situación de Papel Prensa, y así muchos más. En la inauguración del llamado “camino del bicentenario”, una obra de 25 millones de pesos, un cuarto del presupuesto anual municipal, expresó que: “no necesitamos de la Nación para hacer esta obra porque a nosotros nos sobra la plata” … “es un regalo que nos hacemos todos los roquenses” (periódico La Comuna 30/12/2010). Sin embargo poco se ocupó de decir sobre la naturaleza privada de los negocios inmobiliarios que se tejieron alrededor de la obra que pagamos todos los habitantes de Roca. Su candidato a vice-gobernador Alberto Wereltineck , se encargó de hacer mas explícito los vasos comunicantes con el duhaldismo al declarar el 18 de diciembre pasado: “tenemos la gran oportunidad de devolverle a la provincia autoridad, orden y progreso”. (FM La Súper 96.3). Este es el sello distintivo de su gestión.

Los habitantes de Rio Negro tenemos un gran compromiso ante la historia, construir un espacio político que sea motor en la provincia de las transformaciones políticas y económicas que a nivel nacional han encarnado los gobiernos de Néstor y Cristina, con la inclusión de todos y cada unos de sus habitantes a una dinámica de articulación regional con nuevos paradigmas socio- económicos –productivos. Con construcciones políticas amplias, generosas y convocantes que recuperen lo mejor de nuestra historia Latinoamericana y sobre todo del camino iniciado el 25 de mayo de 2003 por Néstor Kirchner y continuado hoy por Cristina Fernández. El punto de acumulación es en torno al territorio de lo ideológico para construir un programa político en base a lo que nos decía Raúl Scalabrini Ortiz: ""Hay que actuar en dirigente revolucionario y no en dirigente electoral, porque se trata de la disputa del poder... No importa donde están los votos ahora. Importa donde estarán para ejecutar un programa".
ConvoKatoria 2011 está en ese camino.